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Destiny of Two Worlds/Capítulo 19: Explorando el Reino de la Belleza

Resumen del capítulo anterior[]

Nuestros héroes han llegado al extraño Reino de la Belleza, hecho por Yuga, en donde se podría decir que comenzaron con el pie izquierdo, debido a ciertos conflictos relacionados con lo acontecido un par de capítulos atrás. Gracias a Xavi, Helio ha logrado salir por fin del trauma en el que se estaba metiendo. Con todo de vuelta a la normalidad, el protagonista y sus amigos inician su última búsqueda. Justo ahora se dirigen a su primer destino. ¡Vamos a ver qué pasa!

Frase memorable[]

- Ese dragón... Ese dragón mató a nuestros padres...

Trama[]

Gracias a que Alme y Javier contaban con un radar, llegar a las Colinas del Color no supondría ningún problema. Curiosamente, durante el camino, se toparon con alfunos Zoras que, como se esperaba, estaban desconcertados. por el paisaje. Dejando eso a un lado, al llegar a dicho lugar, se toparon con una especie de cantera cuyas rocas poseían varios colores. En ellas había enemigos tanto de Hyrule como de Lorule.

- Y bien... ¿a dónde vamos? - preguntó Helio.

- Pues... La mazmorra está en medio de la cantera. La verdad es que no entiendo muy bien esto del radar... - dijo Alme, algo confusa.

- Yo sé qué hacer, Síganme. - dijo Javier en pose de líder.

La travesía por la cantera fue un tanto confusa, ya que, aunque sea una combinación de Hyrule y Lorule, era un conjunto de minas ubicadas dentro de la cantera. La entrada al calabozo era la principal, ubicada en la zona central de la cantera. La entrada del lugar parecía ser un gran complejo minero que desciende.

- Déjenme ver... - dijo la cazarrecompensas, escaneando el lugar. - Este lugar es conocido como "Minas Arcoiris". Vaya, qué nombre más ridículo. Esta mazmorra cuenta con... ¡¿13 niveles?!

- Mientras más rápido terminemos, mejor. Así que ¡vamos! - dijo Josex, dando el primer paso.

En eso, una parte del piso se derrumbó, asustando al erizo, que fue retirado de ahí por Brett y Rodriguez.

- Eso estuvo cerca... - dijo Rodriguez.

- Será mejor que tengamos más cuidado. No vaya a ser que alguien se caiga. - dijo Brett.

El primer nivel era engañosamente pequeño. El segundo, al que llegaron por medio de una escalera, era un poco más grande. En él observaron que había habitantes de Hyrule trabajando como mineros.

- Puedo percibir sus auras, y no se sienten como espíritus libres. - dijo Aura.

- Entonces fueron esclavizados... - dijo Josex.

- Y ¿por quién? Creo que ya lo sé. Por Yuga. - dijo Rodriguez.

- No podemos hacer nada por el momento. Debemos avanzar. - dijo Xavi.

En cuanto a los niveles 3, 4 y 5, solo había cristales de varios colores con forma de diamante que, a pesar de su apariencia, eran muy resistentes, tanto que Alme y Javi tuvieron que hacer uso de sus Súper Misiles. A partir del nivel 6 es donde las cosas se ponen fascinantes. Dicho nivel se encontraba totalmente a oscuras, lo que hizo que Helio usara su Candil para encender algunas antorchas. Aunque su radio de iluminación no era tan grande, sí otorgaban algo de visión, además, los ojos rojos de Brett también iluminaban la habitación, a pesar de que daba algo de miedo. Lo que los muchachos no sabían era que, en esa misma estancia, había Gólems de Fuego, estatuas de piedra con apariencia robusta y rodeadas de llamas. Eran 6 de ellos en total. Antes de que las antorchas se apagaran, Javier disparó su Rayo de Hielo contra uno de los gólems, apagando sus llamas y permitiendo ser destruido con unos cuanto Misiles. Por otro lado, Helio usó su Báculo del Torbellino para apagar el fuego de otro y destruirlo con Bombas. Alme repitió lo mismo que Javi para destruir a otro. Josex, con su súper velocidad, corrió alrededor de otro para apagar su escudo ígneo y darle múltiples golpes con su espada Excalibur, atravesando su núcleo torácico central, haciendo que explotara. Xavi y Aura se encargaron de otro con ataques mágicos conjuntos. Y por último, Rodriguez usó su látigo para sostener al gólem restante para que Brett empalara su núcleo con la Espada Sagrada, apagando sus energías. Con todos los gólems eliminados, la sala se iluminó totalmente y se reveló la llave del jefe de la mazmorra: la "Llave de la Alegría", una llave alargada con varios colores en ella.

- En serio, este lugar se vuelve cada vez más perturbador... - dijo Brett.

- No hay tiempo que perder. Sigamos. - dijo Xavi.

Todavía faltaba mucho para llegar al final de la mazmorra. El nivel 7 era un largo pasillo con estatuas de Yuga en las paredes, con lanzas en su mano derecha. Como nadie se atrevía a dar el primer paso, Xavi lo dio, activando las estatuas, que se llenaron de color, emplearon sus lanzas y se pusieron en posición de ataque. Para evitar otra pelea, Alme se convirtió en Morfosfera y depositó una Bomba de Energía frente a las estatuas, vaporizándolas al instante. El nivel 8 contaba con piscinas de lava, por lo que fue necesario saltarlas. Los niveles 9 y 10 estaban repletos de los mencionados "Cristales de Cuarzo", siendo requeridos varios Súper Misiles. En cuanto a los niveles 10 y 11, no hubo ninguna novedad. Lo interesante llegó en el nivel 12. Al insertar la llave, la enorme puerta se abrió y permitió el paso. Dado que, para llegar al nivel 13, había que bajar por un gran agujero, todos hicieron tal acto. Aterrizaron en medio de una plataforma circular rodeada por lava y otras plataformas similares. Entonces, repentinamente, de la lava brotó un dragón de piel morada, salvajes ojos verdes y una larga cola. Antes de que todos asumieran su posición, Alme y Javier no se veían normales. Parecían esconder una expresión de estrés y nerviosismo.

- Eh... Alme... ¿Y el escaneo? - preguntó Helio.

- Ri... Ri... ¡¿RIDLEY?! - gritó Alme, alterada.

- ¡¿Cómo es que puede estar vivo?! - exclamó Javier, con el mismo estado.

- Vaya, vaya, vaya... Pero si son mis cazarrecompensas favoritos, Alme y Javier. - dijo el dragón con un tono siniestro.

- Y encima habla... Definitivamente esto es extraño. - dijo Rodriguez, rendido.

- Y bien... ¿en dónde nos quedamos? Ah, sí. ¡¡En esto!! - volvió a gritar el dragón, soltando un rugido y golpeando a los cazadores con su cola.

El resto del grupo intentó ayudar, pero Ridley aterrizó justo enfrente de ellos y soltó otro rugido agudo. En ese momento, Helio usó su Cetro de Hielo para lanzarle un proyectil congelado, cubriendo su boca (u hocico, como se quiera decir) de hielo. El reptil, en un acto de rapidez, derritió el hielo con su aliento de fuego e, instantáneamente, noqueó a todos con un colazo. Antes de que ocurriese algo más, los portadores de armaduras activaron su Rayo de Plasma, dispararon rayos cargados contra el dragón, quien los esquivaba, y luego usaban Súper Misiles. Disparaban frenéticamente contra él como si no hubiese mañana. En cierto momento, harto de tanto misilazo, Ridley lanzó bolas de fuego contra ellos, quienes las evadieron y siguieron disparándole. Por otro lado, los noqueados recobraban la conciencia uno a uno. Cuando todos se reincorporaron, se dispusieron a ayudar a los que ya peleaban, pero ellos se negaron. Luego de un rato, para acabar, Alme y Javier usaron su Rayo Enganche en conjunto para tirar a Ridley a la lava. La batalla había terminado. Helio, Xavi y los demás alcanzaron a ver que los cazarrecompensas se veían agotados y con la punta de sus cañones echando vapor.

- Pero qué intensidad... - dijo Helio, asombrado.

- ¿Por qué actuaron así? ¿Acaso les hizo algo malo ese dragón? - preguntó Aura.

- Ese dragón... Ese dragón mató a nuestros padres... - respondió Alme, mirando a otro lado.

- ¿A sus padres? ¿Acaso no son de la misma familia? - preguntó Brett.

- No. Somos de diferentes familias, pero mató a ambas y nos dejó huérfanos a los dos. Tuvimos que cuidarnos solos desde niños. - respondió Javier, serio.

- Como sea... Siento interrumpir, pero la lava empieza a descender. - notó Josex.

La lava que se encontraba en la parte inferior de la sala descendió hasta que fue drenada. Allí se encontraba el cuerpo inerte de Ridley. A un lado de él había una sección removible que se movió para dejar entrar. Ahí dentro había una pequeña recámara que contenía el retrato de Guri. El único que lo tocó fue Helio, por lo que fue teletransportado a un extraño lugar. Se encontraba en una plataforma hexagonal azul en medio de un vacío de un azul algo más claro.

- ¡Hey! ¡Helio! Hace mucho que no te veía, amigo... - dijo Guri.

- Digo lo mismo sobre ti, amiguito. - contestó Helio.

- Algo que me sorprende es que sea un Sabio.

- Yo también pensé lo mismo...

- Sé que mi mami estará muy preocupada por mí, así que Helio, por favor, dile que estoy bien.

- Claro que sí.

- Te deseo suerte, mi amigo.

Helio se despidió de su pequeño amigo Guri. Poco después reapareció en el exterior de la mazmorra, con sus compañeros esperándolo.

- ¿A dónde fuiste? Me estabas preocupando... - preguntó Aura.

- En algún lugar que no conocen. - respondió el protagonista.

- Bueno, vamos al próximo destino. Está al norte, sobre la versión de este lugar de la Montaña de la Muerte. - indicó Xavi.

- La "Montaña Pincelada", querrán decir. No me culpen por el nombre... - dijo Javier.

Al igual que la Montaña de la Muerte de Hyrule y la de Lorule, la Montaña Pincelada contaba con cuevas, además de dos picos y la gran altura. Lo vistoso del lugar recaía en su color, de un anaranjado rocoso, siendo el más "normal". Los enemigos eran los mismos Tektites y Lynels de los reinos anteriores, con el añadimiento de Rodillos y Rocas Rodantes, grandes piedras redondas que perseguían a los muchachos. Desde una cornisa, Helio observó hacia abajo y contempló el resto de la geografía del reino, siendo muy similar a los anteriormente visitados. Aprovechando el momento, se sentó en ese mismo lugar a reflexionar. Sus compañeros no se dieron cuenta, pues siguieron avanzando.

Pasó un largo rato, y Helio seguía sentado en la misma posición y en el mismo lugar. Lo más extraño es que ninguna criatura se le acercó en todo ese tiempo. Finalmente, tras un par de horas, los compañeros del protagonista regresaron por él.

- ¡Helio! ¡Al fin te encontramos! - suspiró Rodriguez, feliz.

- Perdón si no nos dimos cuenta de que te habías quedado aquí. Lo que pasa es que Javi nos contó una historia muy interesante y nos perdimos en su charla. - se rectificó Aura.

- Sí, shosho. Sabes que mis historias son tan entretenidas que hasta yo mismo olvido cosas. - dijo Javier.

- Bueno, lo importa es que no te pasó nada. - dijo Xavi.

- Por cierto, mientras tú pensabas en no sé qué cosa, nosotros encontramos el camino al próximo calabozo: la Cantera Ilustrada. De veras no sé a quién se le ocurren estos nombres... - dijo Alme.

- De acuerdo, no perdamos más tiempo. ¡Vamos! - terminó Brett, dándole su mano a Helio para levantarse.

Con las cosas aclaradas, pusieron rumbo a la Cantera Pincelada. Pero antes...

- Oye, Helio... - dijo Josex.

- ¿Sí?

- ¿En qué estabas pensando?

- ¿En qué estaba pensando? Pues... En lo que nos ha pasado en estos días... En todos los calabozos que hemos atravesado... En cosas así...

- Ajá... ¿Y solamente pensaste en eso?

- Así es.

- La verdad no estoy tan seguro de eso...

- Bueno, ya no perdamos más tiempo. Sigamos.

La Cantera Pincelada no estaba tan lejos. Según Brett, en lo que se tardaron fue en intentar abrir la entrada de la mazmorra, y resultó ser tan simple como pisar un interruptor muy bien oculto. Apenas entrar, los cazarrecompensas hicieron lo mismo de siempre, obteniendo el mapa del lugar, que contaba con 4 pisos. Para empezar, Helio utilizó su Arco para lanzar una flecha hacia un interruptor de cristal ubicado algo lejos, pues estaban en un puente dividido por un abismo. En la sala consiguiente, Alme detonó una Bomba de Energía para eliminar a todas las ratas que se hallaban ahí. Esto desbloqueó las puertas. Continuaron. Para avanzar en la siguiente, los que podían utilizar el salto trepador, como Helio, lo emplearon para alcanzar un interruptor que tuvieron que pisar. Prosiguieron. Brett y Rodriguez hicieron uso de su velocidad para acabar con todos los Armos sin recibir daño. En la próxima sala había unas escaleras que llevaban a la planta inferior, así que las usaron. Llegaron a la planta "B.1". Lo primero que vieron fueron Rodillos que iban directo a por ellos. Aura, con su hechizo de Fuego, se encargó de ellos. En la siguiente sala se encontraron con un Gran Rodillo, que era un Rodillo más grande. La estrategia fue la siguiente: Xavi y Rodriguez, con su Zarpa y látigo, respectivamente, lograron dar vuelta al gran Rodillo, momento que aprovechó Josex para enrollarse y atacarle desde adentro como una esfera. Aunque el ataque fue certero, el Gran Rodillo seguía con vida, así que Helio remató con Bombas, eliminándolo. Así obtuvieron la "Llave Piedra", una gema con forma de roca y de un color gris.

Bueno, mejor dejémonos de cháchara y vayamos al punto clave, cuando llegaron a la puerta del jefe, en la zona más profunda del complejo. Allí insertaron la Llave Piedra dentro de la cerradura, que se abrió y permitió acceder a la sala interior. Justo ahí se toparon con un nuevo personaje: se trataba de un chico que tenía cierto parecido con Brett. Tenía pelo de color morado, no muy largo, y unos ojos rojizos, aunque no muy fuertes como los de Brett. Traía puesto un abrigo muy grande de color negro, que le llega justo a los pies. Sus piernas no eran muy largas, en cambio, la parte del tronco del cuerpo es lo que lo hacía ver más alto.

- Drott... - susurró Brett, sacando su Espada Sagrada.

- Oh, Brett. No esperaba verte por aquí... Pensé que estarías de vago por Termina. - dijo Drott.

- ¿Alguien más piensa que todo mundo se conoce con tan solo verse por primera vez? Yo sí... - comentó Helio, levantando la mano.

- Mmm... Veo que no te bastó con hacerte una novia. También tienes amiguitos. Yo pensaba que el antihéroe legendario de Termina siempre estaría solo, pero veo que me equivoqué. Como sea, ¡prepárate para morir!

Como pasó con Alme y Javier contra Ridley en las Minas Arcoiris, la mayoría del grupo fue encerrada en un campo de fuerza inquebrantable, quedando libre Brett para enfrentarse a Drott. Sin sus compañeros para respaldarlo, el antihéroe se puso en guardia y empezó la batalla intentando darle un espadazo a su contrincante, quien lo esquivó rápidamente. Acto seguido, Drott le lanzó una oleada de proyectiles oscuros a Brett, quien se protegió con su Escudo de Ciudad Reloj. A continuación, sacó unas cuantas Bombas y se las lanzó a su contraparte, que volvió a esquivar el ataque. Como el combate se veía algo insípido, ambos empezaron a correr alrededor de la sala, intentando golpearse. Pasaron varios minutos de corrida, hasta que uno de ellos cayó rendido, siendo Brett. Sus compañeros veían atentos. Viendo a su enemigo caído, el chico oscuro creó una espada de energía oscura y se preparó para ejecutar a su oponente derribado.

- Je je je... Sinceramente esperaba más de ti, Brett. - reía Drott. - No me importa si tus amiguitos se trauman por lo que pasará a continuación, pero yo voy a disfrutar este momento.

- Mejor dejamos de hablar. ¡Que empiece la pelea!

- No podía estar más de acuerdo contigo. ¡Qué así sea!

La arena de batalla, que era una gran plataforma hexagonal, se separó del resto de la sala, ya que varias secciones del piso cayeron. El primero en moverse fue Brett, quien se movió para evitar ser ejecutado. A continuación, agarró a su contraparte consu mano izquierda y lo golpeó fuertemente con la derecha. Drott, furioso, cargó un poderoso ataque de magia oscura con ambas manos y lo lanzó contra Brett en la forma de un enorme rayo. El antihéroe logró esquivar el ataque, que destruyó parte de la pared. Rápidamente se acercó a su enemigo y le propuso algunos espadazos con la Espada Sagrada. A pesar de los ataques directos, Drott no cayó ni retrocedió. Entonces empujó muy fuerte a Brett contra la pared contraria y le lanzó muchos proyectiles oscuros. Uno de éstos impactó cerca de donde estaban Helio y sus amigos. De hecho, dos de los mismos golpearon el mismo muro.

- ¡Al fin libre! ¿Y ahora qué hacemos? ¿Ayudamos a Brett? - preguntó Helio.

- No. Debe enfrentarse a Drott él solo... contestó Xavi.

- Y ¿por qué? - dijo Josex.

- Tiene que ver con la entrada del castillo de Yuga. Por lo que pude ver allí, descubrí que los sellos de la puerta tienen que ver con ciertos enemigos, como Ridley o este muchacho. Cada uno de nosotros deberá luchar contra algún enemigo suyo para poder abrir esa puerta. Eso es lo que creo que hay que hacer. Debemos dejar que Brett luche solo.

- De acuerdo. - asintió Rodriguez.

Mientras ellos se encontraban discutiendo, la pelea continuaba. En estadísticas, Brett tenía 77% de probabilidades de ganar. Esto se vio confirmado cuando tumbó a Drott en el suelo y, aprovechando su rapidez, le calvó la Espada Sagrada en el abdomen. El chico de apariencia oscura exhalaba entrecortadamente mientras observaba a su contrincante sacar su arma de su cuerpo.

- Ma-maldito Brett... Ya-ya me la-las pagarás des-después... - dijo Drott.

- Lo mismo me dijiste en Termina y mira cómo han terminado las cosas. - respondió Brett.

- Me-me verás a mí y a ese dra-dragón junto a o-otros un día de é-éstos... Te lo a-a-aseguro... - volvió a hablar el derribado, desvaneciéndose.

Como Drott fue derrotado, se abrió una puerta secreta ubicada en la sala. Dentro de ella había una pequeña recámara que contenía al próximo Sabio: Rosso. Como en la ocasión anterior, Helio fue el único teletransportado.

- Un momento... Tú eres... Helio, ¿no? - preguntó Rosso, de pie en una baldosa roja.

- Sí. Soy el muchacho al que le prestaste los Guantes de Fuerza. - respondió Helio.

- Pues muchas gracias por haber hecho un buen uso de ellos. Y por cierto, veo que conseguiste unos nuevos guantes, ¿no?

- Emm, sí. ¿Te regreso los otros?

- No, gracias. Prefiero que los conserves.

- De acuerdo.

- Pero mira, por lo que veo, soy un Sabio. Y veo que tu amiguito también. - dijo, señalando a Guri.

- Hola, Helio. - saludó Guri.

- Hla, Guri. - respondió Helio, volteando a ver a Rosso nuevamente. - ¿Y ahora qué?

- Pues tú debes de seguir con tu camino. Yo me quedaré aquí con tu amiguito. Te ayudaremos después. Nos vemos. - se despidió el sabio rojo.

El portador de la Espada Maestra fue teletransportado al exterior de la Cantera Pincelada.

- Menos mal que volviste. - dijo Aura, contenta.

- Perfecto, Helio. Si seguimos así, acabaremos en poco tiempo. - alentó Josex.

- Así es. Rapidito y todo. - comentó Javier.

- ¿Y ahora? - preguntó Rodriguez.

- Está anocheciendo. Creo que deberíamos acampar por aquí en alguna cueva. - sugirió Brett.

- Pues eso haremos. Busquemos una cueva. - finalizó Alme.

Tras haber encontrado una cueva, todos se dispusieron a dormir. El último fue Helio, quien seguía pensativo. Dejando a un lado lo que lo tenía en ese estado, se echó a dormir. El día siguiente sería igual de activo...

CONTINUARÁ...

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Destiny of Two Worlds/Capítulo 21: Más Cosas Bizarras

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