- En la tierra de Termina apareció en el suelo una muchacha joven, de unos 15 años. Sus cabellos eran de un azul cobalto precioso, sus ojos lavanda estaban cerrados, llevaba un vestido verde limón, aunque con el destello del Sol parecía amarillo. Estaba inconsciente, sin moverse y casi sin respirar aunque no tenía señales alguna estar herida o maltratada. De repente, un muchacho de pelo largo y rojizo como sus ojos, que portaba una capa de color café oscuro, al igual que su gorro, su ropaje era también color café, pero algo más claro. Alzo la mirada y divisó a la chica, se acercó a ella y le puso los dedos en el cuello para comprobar si aún respiraba. En efecto, seguía viva pero el joven se preguntaba... ¿Que hacía allí? En ese momento, la chica movío un dedo y acto seguido la mano derecha, abriendo lentamente los ojos y alzando las vistas hacia el joven. Se quedó mirandolo algo extrañada por sus orejas, nunca había visto unas así. Cuando la joven se le quedó mirando, el anti-héroe llamado Brett, le preguntó, con tono serio y gruñón.
-Brett: ¿Porqué me miras así, niña?
-???: Yo... Perdone... Pero sus orejas me parecen un tanto extrañas...
-Brett: ¿Porqué? Todos las tenemos así, incluida tú.
-???: ¿Yo? No puede ser.
-Brett: Sí, es así... ¿Cómo te llamas?
-???: No recuerdo mi nombre... Solo recuerdo que la gente me llamaba Au... Au...
-Brett: ¿Aurelia? ¿Aureana? ¿Aura?
-???: ¡Sí! Aura.
-Brett: Entonces ese es tu nombre.
- Entonces, Brett le ofreció la mano a Aura, esta, tragó saliva y se la dio, temblorosamente. Se levantó del suelo, sacudiendose el traje y mirandole, aún con algo de miedo. Brett, volteó el cuerpo, dándole la espalda, pero mirándola un poco de reojo. No quería causarle mala impresión, así que suspiró y le preguntó otra vez.
-Brett: ¿Tienes algún sitio para dormir?
-Aura: No... Ni siquiera conozco esto...
-Brett: ¿Sabes cómo aparecistes aquí?
-Aura: Tampoco... N-No recuerdo nada...
-Brett: ¡Ay las Diosas! Que suplicio... Al menos ¿sabes dónde vas a dormir?
-Aura: T-Tampoco...
-Brett: Te deseo suerte pequeña.
- Brett, ajustandose la capa dejó allí a Aura, asustada y sola, no sabía que hacía allí, según ella ¡ni conocía el lugar! A Brett no le dio demasiada lástima, no solía sentir compasión por nadie. Aura, sin saber que hacer, persiguió a Brett a pasos lentos y sutiles, escondiendose para que no se diera cuenta. Pero él no era tonto, notaba una presencia, Aura estaba escondida detrás de una casa observandole, Brett volteó la cabeza y vió parte de su vestido, suspirando y llevandose la mano a la cabeza.
-Brett: Chica, déjame en paz, tengo cosas más importantes por hacer que jugar al pilla-pilla.
-Aura: P-Pero... Solo quiero que me diga d-dónde puedo pasar la noche...
-Brett: No soy tu guía. Ni tuyo ni nadie.
- Aura avanzó hacia él, con la cabeza agachada y nerviosa, y se puso detrás de él, sin dejar de mirar cabizbaja al suelo. Brett no se inmutó de eso, cruzó los brazos pensando varias cosas ¿Cómo llegó hasta ahí? ¿Porqué no recuerda nada? ¿Quién es realmente? ¿Que quería?